BREVE HISTORIA
DE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE Y SAN SEBASTIÁN
La devoción a San Roque viene de muy
antiguo en Alcoy.
En
el año 1489 todo el Reino de Valencia se vio castigado por el azote de la peste
que, traspasando las fronteras de Italia, llegó a la península. Alcoy, ante la
proximidad de la epidemia, levanto su voz clamorosa al cielo pidiendo
protección al abogado de la peste, San Roque, y haciendo voto público de que si
se veían libres de ella, le levantarían una Ermita.
De
1547 a
1549, sucedió otra invasión de peste en este Reino, y habiendo experimentado Alcoy
la protección de San Roque, cumplió en 1549 el voto que hizo mucho años antes
de edificar una Ermita al glorioso San Roque en las inmediaciones de la
población. Hicieron esculpir las imágenes de San Roque, San Sebastián y San
Mauricio, patrón de los tintoreros, las cuales fueron costeadas por Bernardo
Pamis, tintorero saboyano, para colocarlas en dicha Ermita, bendiciéndose el 15
de marzo de 1559.
El
2 de abril de 1600, en asamblea popular que tuvo lugar en la Parroquia de Santa María
de Alcoy compuesta por todas las autoridades de la Villa y doscientos cuarenta
y dos vecinos de la misma, se procedió a elegir nuevo patrón y protector de
Alcoy. Fueron insaculados ocho nombres de santos, es decir, colocados dentro de
un saquito, y un niño sacó el nombre que por suerte sería el segundo patrón de
Alcoy. Fue elegido San Roque. El Rector de la Parroquia así lo anunció
a todos los presentes: "a Dios
óptimo y máximo, ha placido darnos en suerte para que tengamos abogado y patrón
al Bienaventurado San Roque confesor".
Esta
primera Ermita fue destruida totalmente en la Guerra de Sucesión 1705-1714. Se encontraba
situada en lo que hoy es el interior de la Calle Onofre Jordá, en el Paseo
de Cervantes, y que luego se convirtió en la Plaça de Bous Vella.
Se
procedió a construir una segunda Ermita en otro emplazamiento más cercano a la
población. Fue bendecida la primera piedra el 15 de marzo de 1715 por el Doctor
Don Felipe Margarit, Cura Ecónomo de la Parroquia de Santa María. Fue terminada la obra
merced al esfuerzo de los alcoyanos y solemnemente bendecida el 10 de agosto de
1731 por el Doctor Don Nicolás Colomer, Vicario de la Parroquia. Se
inauguró con solemne Misa y sermón por el carmelita hijo de esta Villa Padre
Marcelino Sempere.
El Cuartel de Infantería, construido en
1878, estaba necesitado de ampliación, y la Ermita fue cedida al Ramo de Guerra para hacer
posible su expansión. La Ermita
estuvo en funcionamiento hasta el 4 de enero de 1920 en que dijo la última Misa
el Presbítero Don Casimiro Valero Vicedo, por hallarse enfermo el Vicario de la
misma Don Juan Peiró Cabrera.
Se
pensó en una nueva ubicación. La que hoy conocemos.
Comenzaron
las obras el 1 de mayo de 1915. La dirección corrió a cargo del Arquitecto Don
Vicente Pascual y la ejecución a cargo del Maestro Antonio Segura (Villena). Lo
que fue la primera construcción fue bendecida por el Arcipreste Doctor Escrivá
el día 6 de enero de 1920.
Era
la sección primera compuesta por una sola nave de pocas dimensiones, aunque de
momento capaz para la atención religiosa. Su acceso de entrada recaía en lo que
luego sería la Calle
Espronceda , compuesta en estilo neoclásico por una puerta
normal con remate semicircular, sobre la que se abría un óculo preparado para
la colocación de una vidriera. El Altar mayor se encontraba frente la puerta, y
se habilitaron unas ventanas laterales para la iluminación natural del recinto.
El Patronato de San Roque inauguró sus
funciones al terminar la primera sección de las obras de la Iglesia que era el actual
Presbiterio. Al terminar la segunda sección, que fue la nave de la Iglesia , las escuelas del
Patronato se trasladaron a esa nave y quedó como Iglesia exclusivamente el
Presbiterio. En el año 1926 se construyeron nuevos locales en la parte
posterior de la Iglesia ,
destinados a Patronato, quedando toda la Iglesia disponible para el Culto.
Cuando
fue nombrada como Parroquia de San Roque y San Sebastián, el 6 de julio de
1942, ya llevada actuando como tal desde el final de la guerra civil. Hasta
entonces ejercía como vicaría anexa de Santa María. Don Cirilo Tormo Durá,
nombrado primero Vicario y luego Párroco de la misma, se encontró con un templo
completamente desvalijado, utilizado como almacén de material de fundición y
arruinado por los efectos de la guerra. A raíz de las bombas caídas en la
cercana Hidroeléctrica Alcoyana, objetivo de guerra, los cristales de las
ventanas habían estallado todos, el cielo raso y la decoración había caído y
las puertas habían sido arrancadas de cuajo por los efectos de las explosiones.
Los ornamentos y enseres habían sido quemados, y el edificio se encontraba todo
oscurecido por el carbón y el humo. Había una gran tarea para realizar:
limpiar, adecentar, reconstruir, dotar, equipar, etc. y todo después de una
guerra en la que las economías no estaban para estas acometidas. Don Cirilo
tenía un carisma especial para esto. Supo rodearse de gente competente que le
ayudaron en todo momento. No le importaba salir a pedir dinero. Nadie sabe cómo
lo hacía, pero lo conseguía todo. Su misma fe y confianza en Dios le empujaba a
iniciar obras casi faraónicas siempre en bien de los demás. Colegios, masculino
y femenino, hogar infantil, preventorio, parroquia. Como él llamaba “toda una
obra de amor”. En 1942 ya había iniciado la construcción del campanario. Estaba
en plena obra de acondicionamiento del templo. Cambió la decoración neoclásica
por la neogótica que hoy conocemos. Tal fue el ímpetu, que en apenas cinco años
estaba casi terminado el templo, por no decir los colegios y otros empeños. El
3 de octubre de 1945 el Obispo Auxiliar de Valencia bendice el Altar mayor,
Capilla de la Comunión ,
Altar de San Vicente, del Cristo de la Agonía , y todas las campanas junto los terrenos
para la futura ampliación del templo.
Entre
1960 y 1965 se acomete la ampliación definitiva con la construcción de otro
tramo de la Iglesia donde se colocaría el púlpito, un nuevo Presbiterio bajo
una torre octogonal y el llamado coro llamado bajo.
Don Alberto Collado Sornosa sucedió a Don
Cirilo en el cargo de Párroco. (1966-1979) A este le sucedió Don Adolfo Mullor
Borrell (1979-2001). Y a este el actual Párroco Don Juan Bernabeu Martínez
(2001-). Cada uno, a su estilo, ha ido dotando a la parroquia de lo necesario.
Mención
aparte tienen los Colegios de San Roque, que necesitan un capítulo para ellos
solos, así como el Preventorio Mariola la Asunción, el complejo del Barranquet
de Soler, el Baradello de Moya, el Centro Recreativo San Roque con sus equipos
de fútbol que dejaron una gran huella en esta Ciudad de Alcoy. Ha sido, y es,
todo un conjunto de actividades alrededor de la Parroquia, que hacen de la
misma una gran y dinámica Parroquia.
VICENTE MONCHO, sacristán de S.
Roque (año 2012)
Siempre he tenido interés por la vida religiosa en Alcoy, pero nunca he podido encontrar un libro, pregunté en distintas librerías, o se agotaron, o ya no esperaban recibir nuevas ediciones, incluso pregunté a sacerdotes, y me indicaban la librería.
ResponderEliminarEs una agradable sorpresa encontrar como primer paso, no solamente estas fotografías antiguas, también la historia breve de la parroquia de San Roque.
Con su permiso, lo copio y lo tralado a mi blog, añadiendo el enlace de este sitio.
Muchas gracias.